Las alopecias cicatriciales implican un daño, malformación o destrucción de los folículos pilosos. Son debidas a una enfermedad propia del folículo (alopecias primarias) o independiente de él (alopecias secundarias). Suelen ser irreversibles, ya que no existe ningún tratamiento que pueda recuperar folículos inertes.
Se clasifican del siguiente modo:
- Alopecia por enfermedades hereditarias: Este tipo de alopecia es consecuencia de enfermedades congénitas como la poroqueratosis de Mibelli, el nevus epidérmico, la aplasia cutis, la ictiosis o la enfermedad de Darier.
- Alopecia por agentes fisicoquímicos: Una prolongada exposición a rayos X puede originar la pérdida del cabello. Este tipo de alopecia también puede ser producida por traumatismos mecánicos, quemaduras u otros agentes cáusticos.
- Alopecia infecciosa: Dentro de esta tipología encontramos a su vez una subclasificación en micóticas, bacterianas, virales y protozoarias.
- Alopecia por neoplasia o alopecia tumoral: Se produce como consecuencia de tumores, epiteliomas, linfomas o metástasis.
- Alopecia por dermatosis: Dentro de este tipo de alopecia podemos diferenciar diferentes subtipos como la sarcoidosis, la mucinosis folicular o el síndrome de Graham Little.
- Síndromes clínicos decalvantes: Entre estos encontramos la dermatosis pustulosa erosiva, la foliculitis decalvante, la alopecia parvimaculata y la pseudopelada.